El título ya dice bastante, Carnaval, Sitges y Noche, tres palabras que juntas pueden ser como un cóctel explosivo.
En este caso sé que las fotos no son buenas, las realicé con el móvil y en unas condiciones bastante precarias, y ni el encuadre, ni la luz son muy buenas, pero se puede ver alguna cosa.

Noche de descontrol, con gente uniformada, pilotos de compañías aéreas con pocas cosas a celebrar, policías musculosos, como recién salidos de la Ostra Azul, perseguidos, por zombies que sacan espuma por la boca y que escuchan atentamente como un grupo de azafatas de dudosa feminidad explica qué deben hacer en Sitges en una noche de Carnaval.
Un grupo de Pitufos, con más de una pitufita, fumando cigarrillos de la risa o Mr Duffman encontrando a Wally de dos en dos, o unos pollos que vigilan atentamente que sus plumas no sean pasto de cualquier restaurante y que acaben la noche rodando en cualquier lugar.

Esto y mucho más es lo que te puedes encontrar una noche de Carnaval en Sitges y esta vez sólo tomando una copa, no sé que puede pasar a altas horas de la noche.
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