De esta manera amanecía el pasado miércoles en Barcelona, en el barrio de Sants.
Hay días en los que vale la pena levantarse unos minutos antes para poder captar estas imágenes, de las que si esperas 5 minutos las pierdes.
Me gusta mucho como el blanco que se puede observar se va transformando en amarillo y naranja, llegando a ser bastante oscuro en los bordes superiores de la foto.
Hoy sábado esperemos que el frío nos de un descanso y nos permita tener algunos días de sol y calorcito y de esta forma aprovecharlos para desestresarnos de trabajo semanal y poder tomar un poco el sol para recargar energías.
Mañana domingo y otra foto.
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